ANA Y ÁLVARO

“Toda una vida”, así de contundentes empiezan Ana y Álvaro a describirnos cómo se conocieron.

Esas historias de amor que nacen y crecen en un pueblo son siempre historias bonitas de contar. Son muchas las parejas que empezaron allí, en el pueblo, donde de alguna forma sus padres fueron en busca de la tranquilidad y el contacto con la naturaleza.

Muchas de estas historias nos recuerdan a otras parejas que han acudido a Romeos y Julietas para organizar su boda. Sofía y José o Begoña y Víctor son dos ejemplos perfectos de historias de amor nacidas en las callejuelas y plazas de algún pueblo.

Ana y Álvaro llegaron a nuestra ofi en busca de ayuda para su proyecto bodil en Valencia. En ese momento ya habían decidido la localización donde celebrarla. El espacio elegido era Huerto San Rafael. Teníamos muchas ganas de trabajar en este espacio y con ellos llego la gran ocasión.

Inicialmente todo el proyecto decorativo se planteó para el exterior bajo la arboleda de paulownias. Sin embargo, la amenaza meteorológica impidió que este proyecto floreciera y tomamos la decisión, para la tranquilidad de todos, de aplicar parte de este proyecto inicial al salón interior.

Aunque los bocetos que creamos para nuestros proyectos son muy realistas, lo cierto es que nunca sabremos el efecto que hubiera tenido la idea inicial. Lo que sí pudimos constatar es el resultado espectacular del salón interior. Una vez más comprobamos la importancia de tener un plan alternativo y una capacidad de reacción buena ante cualquier imprevisto.

Otros de los puntos clave en cualquier proyecto decorativo de boda, es la selección de los elementos florales. En este caso, flores clásicas combinadas con pampas, bases de piedra y otras en color nude fueron algunas de las piezas fundamentales.

En la parte superior de la mesa presidencial instalamos un columpio diseñado con los mismos materiales que los centros de mesa, pero en dimensiones extra grandes. Del columpio colgaban a distintas alturas burbujas de cristal con velas en su interior.

Para la decoración de la mesa hicimos las minutas con el mismo diseño que la invitación, servilleta color nude y una escabiosa rosita como detalle decorativo para cada uno de los comensales.

Es el momento perfecto para dejaros disfrutar de esta boda, de esta pareja de enamorados que estaban ¡guapísimos, radiantes y felices!

El vestido de Ana, creación de Luis Rocamora, representaba perfectamente a nuestra Julieta, una novia romántica sin igual. El maquillaje de la mano de nuestro querido Raúl Castaño

Os dejamos en buena compañía, Ana, Álvaro y las fotos de Javier Gurrea.

 

 

 

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