Ana & Chevi
Una vez termina el día de la boda, tenemos la suerte de poder seguir llamando a nuestras parejas amigos.
Son muchas horas de trabajo juntos, compartiendo ilusiones, proyectos e ideas locas. El proceso creativo de una boda lleva bastante tiempo y uno de los requisitos fundamentales es que haya “feeling”. Por eso, cuando llega el día de la boda, nuestras parejas han dejado de ser solo novios para convertirse en miembros de nuestra familia de Romeos y Julietas. Y con el paso del tiempo, esta nuestra familia, ya se ha convertido en familia numerosa.
El caso de Ana y Chevi es aún más particular, ya que forman parte de una gran cadena de amigos a los que les hemos organizado su boda. Son ese tipo de celebraciones en las que te sientes como en casa. Un día de sonrisas y abrazos, de reencuentros con muchos de nuestros Romeos y Julietas que en ocasiones ya han aumentado la familia y nos presentan a sus bebés o están en proceso de ello y nos los encontramos embarazadísimos. Es muy bonito poder ver cómo continúa su camino la historia de nuestras parejas después de su fiesta del amor.
En ocasiones como estas, nos gusta buscar un rinconcito discreto y observarles en la lejanía con una sonrisa constante en nuestra cara.
Vamos a dejar de lado el sentimiento y vamos a contaros cómo fue la boda de esta bonita pareja.
Ana eligió para su boda un vestido de Luis Rocamora con unas preciosas mangas de plumeti, zapatos de Jimmy Choo en color plata y un tocado de Alial Millinery.
Estaba preciosa con su toque de uñas y labios rojos.
Una vez terminada la ceremonia y a la salida de la iglesia les esperaba una lluvia de hojitas de olivo y mini margaritas. Juntos montaron en su Beetle rojo descapotable que les llevó hasta la puerta de la Masía donde hicieron una entrada de escándalo.
El espacio elegido fue Masía Aldamar de Grupo El Alto. Para la decoración floral trabajamos mano a mano con Hidrie. En las mesas colocamos centros de musgo y macetas de barro con crasas y botellitas de cristal con flor silvestre. Aun la recuerdo diciéndome: “Rosa, ¡como recién cogido del campo!
Para el seating, trabajamos un panel de madera pintado en blanco decorado con una espectacular guirnalda de verdes y amaranthus. Tras la guirnalda, diferentes hojas de olivo, eucalipto y helecho acompañaban con una pinza de madera natural el nombre de cada uno de los invitados. La suma de todos estos elementos convirtió este seating en una agradable experiencia para la vista.
Ana y Chevi estaban radiantes, disfrutaron de toda la velada junto a sus invitados y ¡hasta bailaron una marcha mora! Y es que Ana no se pierde una. Es fallera, comparsa de Moros y Cristianos y seguro que alguna otra cosilla más que no le dio tiempo a contarnos.
Hablando de bailes, para abrir el suyo, Ana cambió su tocado por una corona de flor que preparó Hidrie en tonos amarillos que quitaba el hipo.
Una vez comenzada la última parte de la fiesta, y con la música del DJ haciendo bailar a todos los invitados, no faltó detalle alguno. Espardeñas para relajar los pies de las invitadas, photocall para conservar un bonito recuerdo en forma de foto, mesa dulce con un panel repleto de Donuts para los más golosos. En definitiva, todos los ingredientes para culminar a lo grande el día más esperado por Ana y Chevi.
No se perdieron detalle los objetivos de Pablo Navarro en vídeo y Por Parte de la Novia en fotografía. Os dejamos hasta la próxima semana con algunas de sus imágenes.