Anna & Rafa
¡Nos casamos! Aún no sabemos ni dónde ni cuándo. Tenemos el DJ y la peluquera, pero además queremos que nuestra boda tenga carácter Julietano.
Una de las cosas que más nos gusta de nuestra profesión es la diversidad de tareas que tenemos que afrontar en una semana cualquiera del año. Un día podemos estar visitando una nueva finca perfecta para alguna de nuestras parejas y al siguiente podemos estar restaurando una antigua verja para darle vida a un proyecto de seating. Pero una de las herramientas de trabajo que nunca se despega de nosotros, es nuestro teléfono. Recibimos decenas de llamadas todos los días, y cada una de ellas, nos cuenta una historia diversa. Aunque hay algunas, sin duda, que nos generan una felicidad máxima.
Rosa: Buenos días, Romeos y Julietas al habla.
Anna: Hola Rosa, soy Anna, la hermana de Paz.
Rosa: Hola Anna, qué alegría ¿cómo estas?
Anna: Muy bien, quería comentarte que me caso.
Rosa: Vaya notición, ¡¡enhorabuena!!
Anna: Muchas gracias. Pues te llamaba por que tengo muy claro que para mi boda quiero contar con vosotras, con el DJ y con la peluquera de la boda de mi hermana que organizasteis vosotras el año pasado. ¿Cuándo podemos quedar para hablar?
En otras ocasiones, hemos organizado la boda de amigos que habían asistido a la boda de alguna pareja Julietana, y que posteriormente, cuando decidían casarse, llamaban a nuestra puerta en busca de ayuda para organizar su día de fiesta. En la boda de Ana y Chevi, nos sentimos como parte de su familia y amigos, porque allí coincidieron de invitados, nada más y nada menos que cuatro parejas de Romeos y Julietas. Era muy bonito, observarles a todos desde un segundo plano, en la lejanía. Nos invadía una sensación de satisfacción que no se puede explicar con palabras.
Ser un proveedor esencial para Anna y Rafa nos hizo sentirnos muy felices, además del cariño tan grande que le tenemos a su hermana Paz y a Dave.
En la mayoría de proyectos, la búsqueda del lugar perfecto suele ser uno de los primeros pasos a dar.
La boda se celebró en el mes de marzo por lo que teníamos que tener en cuenta lugares con espacios interiores que les encantaran. Aunque no sufrimos de inviernos exageradamente fríos, la mayor parte de la boda íbamos a pasarla en el interior, al resguardo de la climatología. Con todos los factores en mente, y después de visitar los espacios, nuestra pareja se decantó por Mas Les Lloses.
Decidido el espacio, teníamos que comenzar con el diseño de la decoración. En una de las reuniones con Anna y Rafa nos contaron que eran ¨una pareja de tres¨. Pipa su pequeña Chihuahua era como una más de la familia para ellos y tenía que formar parte de este gran acontecimiento. ¡¡Y así fue!!
En el diseño de su invitación de boda los dibujamos a los tres juntitos en acuarela. Su invitación era con formato sobre, de modo que cerrábamos la invitación con un lacre con la silueta de Pipa.
Colores azul frambuesa y dorados formaban la paleta de color que utilizamos para la decoración de las mesas que combinaban la mantelería con la naturalidad de la madera. La cristalería y otros detalles como las flores que preparó el Taller de Clo también respetaron estas tonalidades de color.
Como detalle personalizado para los invitados hicimos los nombres de cada uno de ellos en maderita tallada con imán por la parte de atrás.
Sin duda uno de los protagonistas del salón fue el detalle en neón ubicado tras la mesa presidencial, que creamos con la silueta de Pipa y con las iniciales de nuestra pareja. Finalmente ¿creéis que cumplimos con las expectativas de que Pipa estuviese presente en su día? Nosotras la vimos muy contenta.
Ana estaba preciosa con su vestido de María Penyarroja. El velo en rosa empolvado le daba un toque increíble. Pero, qué decir de sus zapatos de Pedro Miralles… ¡simplemente fascinantes!
Rafa optó por un traje hecho a medida de sastrería Ascot en tonos azules, con tirantes y pajarita ¡Nos declaramos muy fans de su look!
Fue una boda increíble, no solo pudimos disfrutar durante todo el día sino que nos sentimos muy felices de haber acompañado a Anna y Rafa durante todo el proceso creativo. Cuando echamos la vista atrás, nos gusta recordarla como una boda regalo. Por un lado el regalo de acompañar a nuestros chicos desde el momento inicial hasta la última canción de la fiesta y al mismo tiempo tener la ocasión, una vez más, de poder darle un achuchón a nuestros queridos Paz y Dave.
No os perdáis detalle, esta boda fue muy molona. Cristina Yabiku se ocupó de plasmar cada momento con su cámara. ¿Lo vemos?