Elena y Migue
“El humor que no falte, me encanta, mi vida gira entorno a reírme y hacer que quien esté a mi lado riaís, mucho, hasta ahogarse, sin llegar a morir…”
Así se presentaba Migue, él no pudo ser más sincero. Durante todo el proceso de su boda, cada mail que recibíamos sabíamos que estaba cargado de muchas risas. Por supuesto, el día de su boda no iba a ser diferente, como comprobaréis en unos segundos, rieron de lo lindo.
Siempre aprendemos cosas nuevas de cada una de nuestras parejas. En todos estos años hemos tenido la fortuna de descubrir muchas formas de amarse gracias a ellos.
Miguel y Elena nos han redefinido la palabra MIEL. Un juego de palabras con sus nombres que les permite expresar muy gráficamente que su amor del bueno no solo les ha permitido sacar su mejor versión como personas, sino que juntos, logran formar el equipo más dulce. Miguel y Elena son MI-EL.
Nosotras conocimos a Elena allá por el año 2015, en la boda que organizamos para Sara y Lolo en Castellón. Elena era la hermana del novio y ese día ya nos fijamos en ella porque nos alucinó su look. Cuando contactaron con nosotras supimos que iba a ser una novia muy muy bonita y no nos equivocamos.
Su vestido de Otaduy y el tocado de Verbena Madrid nos dejó fascinadas desde el minuto uno. El look de Migue tampoco nos dejó indiferentes, con su traje de Anglomanía y sus zapatos de Dr. Martens.
¡Nos encantan los novios que el día de su boda son fieles a su estilo y personalidad!
Elena ama tanto a los animalitos que no puede soportar lo que la industria cárnica hace con ellos, por lo que, aunque no se considera vegetariana, no come carne.
A Migue le fascinan los donuts y las pizzas, aunque sean de verduritas.
Para sus invitaciones dibujamos ilustraciones hechas a mano de verduras, donuts y pizza con un diseño moderno y lineal.
Y ahora que ya conocéis un poquito más a Migue y Elena, ¿qué os parece si os contamos el diseño de su boda?
Mas Les Lloses fue el lugar elegido para su fiesta de boda. La ceremonia se ubicó frente a la antigua capilla con el portón de madera decorando la trasera. Llenamos el cielo de la plaza con cientos de lucecitas y banderines blancos, bien propio de una verbena.
Estaba todo listo y entonces llegó Elena en su Escarabajo descapotable con su ramo de flores secas en mano. Cogida del brazo de su padre, entró por el pasillo repleto de plantas y allí en el altar le aguardaba un Migue súper emocionado viéndola aproximarse. En este momento tan importante, no podía faltar Amelí, su compañera de vida de cuatro patas.
Para la decoración de las mesas utilizamos guirnaldas verdes, mini zanahorias, moras, naranjas y un poquito de perejil para darle el toque tan Arguiñano. Todo ello combinado con botecitos de flores, como recogidas de nuestro propio huerto. Lo bonito que nos lo prepara todo siempre Flores de Bohemia.
Para las minutas, meseros y el seating mantuvimos el diseño de la invitación. Nos gustó tanto el resultado que nos faltaba cartelería para seguir aplicando este diseño tan personal. Vestimos las mesas con manteles amarillos que combinaba perfecto con el resto de materiales de la mesa. Ya sabéis que somos fans del amarillo, así que cuando los chicos nos confirmaron la elección de la mantelería, no dejamos de dar saltos de felicidad.
Como detalle para los invitados creamos unas tote-bags, también respetando su diseño, que contenían una botellita de agua con etiqueta personalizada, un kit de primeros auxilios y un poquito de arte. A Migue le gusta dibujar desde bien pequeño y lo hace realmente bien. Preparó un dibujo personalizado para cada uno de sus invitados, OMG ¿Son unos auténticos cracks nuestros chicos o no?
Pero las sorpresas no acabaron ahí, ambos tienen tatuajes y para la fiesta crearon un rincón para que los invitados se tunearan como los novios, ¡no quedó ni uno! Tattoo love everywhere!
Creo que ha llegado la hora de que abráis una cervecita fresca, os pongáis cómodos y disfrutéis de lo que está por llegar. Y es que ver sonreír sin control a Elena y Migue el día de su boda es la mejor forma de contaros todo lo que pasó ese 18.05.19. De la mano de Juan Ortega a la foto y Pablo Navarro al vídeo, sonrían y disfruten.