Dai & Chus
La historia que hoy os contamos huele a mar.
Nosotras, todavía escuchamos el sonido de las olas rompiendo en la orilla.
Os presentamos a Dai y Chus, una pareja muy divertida con la que disfrutamos muchísimo organizando su boda.
Requisito numero uno, cerca del mar. Cierto es que en nuestras costas no es fácil encontrar lugares para organizar una boda a orillas del mar.
Pero, como cada historia que llama a nuestra puerta, teníamos un nuevo reto en nuestras manos.
Buscar localización fue una gran tarea, pero lo conseguimos. Nuestro destino Jávea, un pueblito costero de la Comunidad Valenciana, que como ya he nombrado en otras ocasiones tiene unas calas espectaculares.
Allí encontramos una casa preciosa. Cada rincón de Cala Clémence era increíble. Puertas de madera azul antiguo, muebles con estilo colonial, macetas con suculentas que denotaban sensibilidad en la elección de cada una de ellas y por supuesto las terrazas abiertas frente al mar con unas vistas insuperables.
El lugar era perfectamente emocionante. Desde su balcón podíamos ver la playa que estaba justo debajo, donde tuvo lugar la ceremonia.
Llegó el momento de elegir el vestido, así que hicimos mini maleta y nos fuimos a Barcelona. Tuve la oportunidad de conocer los atelier de diseñadoras a las que sigo y admiro, todo un placer. Dai se decidió por un diseño de YolanCris, era perfecto para una boda en la playa y ella estaba especialmente bonita.
El mint era el color preferido de Dai por lo que tuvo un papel importante en la decoración. Aun recuerdo cuando llegó con su bolso color mint y me dijo, Rosa, este es el color que quiero para mi boda.
Dai y Chus estaban preparando una boda con actividades para todo el de fin de semana, por lo que les facilitamos la tarea de alojar a todos sus invitados en hoteles cercanos.
Para el viernes noche preparamos un cóctel de bienvenida en el puerto de Jávea. Dai es Argentina, le hacia especial ilusión pasar el mayor tiempo posible con sus familiares y por supuesto con todos los invitados que decidieron acompañarles.
El sábado era el gran día. Como os contaba la ceremonia civil tuvo lugar en la misma cala a orillas del mar. Para la ceremonia, como trasera, colocamos un arco con telas vaporosas y flor, no queríamos por nada del mundo perder las vistas. De porta alianzas un platito de barro pintado en mint con arena teñida y algunos elementos como algas y maderitas naturales. En el lado derecho de la ceremonia colocamos una señal de madera, junto a unas cajas, indicando a los invitados que podían dejar allí sus zapatos. La cala era toda de piedrecitas pequeñas y aunque los tacones son monisimos, les dimos la opción de quitárselos para que estuvieran más cómodas. También colocamos un córner con pequeñas probetas de cristal que contenían lavanda desmigada para lanzar tras el Sí Quiero
Comenzó a caer la noche y los invitados se dirigían a la casa. Allí estaba todo preparado. La cena, de mano de Grupo El Alto, fue tipo cóctel con muchas variedades de buffets, entre nuestros preferidos el de steak tartar, delicioso…!! También creamos un rinconcito bajo un árbol dónde pusimos espardeñas para las chicas que quisieran descasar de sus tacones y unos fulares color mint para protegerse de la brisa del mar.
No hubo seating plan, creándose así un ambiente muy cercano entre familiares y amigos.
El momento más dulce de la noche llegó con la tarta. Les pedimos a las chicas de Cupcakes and Dreams que la elaboraran con un toque de dulce de leche, para hacer un guiño a las raíces de Dai. Era una tarta sencilla de color mint, la cual decoramos con una increíble dalia natural y un caketopper de madera de Srta Cherry.
Tras la cena, música en directo, barra libre y baile bajo una luna que no podíamos dejar de mirar.
Pero ahí no acabó todo. Al día siguiente Dai y Chus tenían preparado un paseo en catamarán, para todos los invitados que quisieran disfrutar de vistas preciosas, barbacoa y ricas cervecitas en alta mar.
Durante todo el fin de semana nos acompañaron los chicos de Norwud, que nos dejan estas bonitas imágenes.