Resham y Amol
Hoy os voy a contar la bonita historia de amor de dos almas hindúes, una estadounidense y otra canadiense que decidieron cruzar el océano para celebrar su boda en España, en un pueblito de Alicante.
Aunque sus orígenes están en dos países diferentes, la ciudad de Nueva York se encargó de juntarlos. Ambos residen y trabajan en la Gran Manzana y aunque en ella viven más de 8 millones de personas, en ocasiones puede resultar complicado conocer gente. Es por ello que las nuevas tecnologías ejercieron a la perfección su trabajo de Celestinas del siglo XXI.
Ambos comparten muchas pasiones, pero sin duda, la que más disfrutan es viajar, por lo que Amol no tardó en enseñarle Valencia a Resham, una de sus ciudades preferidas en España. Ciudad a la que le atan muchos lazos, donde ha pasado mucho tiempo viviendo y disfrutando a partes iguales de sus amigos y de la gastronomía.
Fue precisamente durante su visita a nuestra ciudad cuando ambos comenzaron a gestar la idea de compartir con sus seres más queridos la pasión por este rincón del mundo, y qué mejor manera que la celebración de su boda.
Para ellos era importante que en este día conviviera una mezcla de culturas. Nueva York es posiblemente la ciudad más multicultural que existe y sus invitados iban a llegar de todos los rincones del globo terráqueo. Por tanto había que cuidar con mucho mimo detalles como la localización y la gastronomía.
El propósito era claro, ofrecer un fin de semana repleto de detalles y cuidados para todos sus invitados internacionales.
El destino nos llevó hasta Casa Benigalip en Pego, Alicante. Inmediatamente se enamoraron de sus grandes jardines, rodeados de imponentes montañas y campos de naranjos. Un espacio idílico que además cuenta con habitaciones para vestirse y arreglarse. Detalle muy cómodo que acabó de convencerles.
Para las invitaciones trabajamos con un papel de garza natural montado sobre un papel dorado mate que enmarcaba toda la composición. El sobre era de papel vegetal, dejando entrever el bonito diseño de las invitaciones.
Organizar una destination wedding es simpre un desafío. Hay muchos factores culturales, logísticos, comunicativos, etc, que hacen que nuestras parejas internacionales acudan a nosotros en busca de ayuda. Ya os hemos contado en otras ocasiones las particularidades de este tipo de proyectos. En nuestro blog podéis encontrar algunas de nuestras destination weddings que aun recordamos con mucho cariño.
Despúes de año y medio de preparativos, había llegado el día y la zona de la ceremonia estaba lista para recibir a los invitados. La gama cromática de la decoración en tonos rosas, fucsias y blancos, manteniendo así la estética del ritual Hindú. Alfombras estampadas acotaban la zona del altar y pastas, frutas e inciensos fueron elementos importantes durante la bonita ceremonia. Sin duda fue una experiencia única poder ver tan de cerca otras formas de prometerse amor eterno.
Resham y Amol estaban guapísimos. Sus trajes tan elaborados con telas brocadas, sedas y bordados casi imposibles de creer.
Al término de la ceremonia, pasaron al cóctel para disfrutar de sus invitados y de los deliciosos buffets que había preparado Miguel Martí. Todo ello amenizado en directo por la guitarra española y el cello de Toni Cotolí y Gloria Aleza respectivamente. Pero de repente Amol y Resham desaparecieron y es que tenían una sorpresa preparada. Un cambio de look para la segunda parte de la velada con el que nos volvieron a dejar a todos boquiabiertos.
Una vez terminado el aperitivo, era el momento de pasar al salón para disfrutar de la cena. En el seating plan una base de madera con centro floral colgante y fotos en blanco y negro de cada uno de sus invitados. En el salón 3 mesas imperiales esperaban la llegada de los invitados. La decoración de las mesas contaba con copas de agua talladas en color ámbar, cubiertos dorados, bajo platos de cristal con perlas doradas y servilletas de lino rosa nude. Flores de Bohemia había preparado unos centros florales en diferentes tamaños combinados con linternas de cristal y velas en candelabros de cristal dorado.
Para la fiesta, los chicos trajeron a su DJ favorito desde Valencia, que supo hacer bailar a todos los invitados hasta el final de la noche con temas internacionales. Tras las primeras horas del baile y antes de dar comienzo al resopón, los invitados salieron al jardín para disfrutar de un castillo de fuegos artificiales típico de Valencia. Sin duda, un colofón impresionante y muy autóctono a la gran fiesta valenciana del amor de Amol y Resham.
No se perdieron detalle de todo lo que allí ocurrió las cámaras de Paula G. Furió y Daniel Gramage. Scroll down and enjoy!