Clara & Pedro
El ying y el yang, el día y la noche, son como Clara y Pedro.
Son diferentes pero se complementan a la perfección. Como la luna y el sol, el uno sin el otro no pueden existir.
La dulzura de nuestra Julieta y la pasión por el heavy de nuestro romeo, los hacen únicos en su especie. Los dos viven junto a Clyde, un teckel precioso que según define Clara es un ser muy especial, del cual celebran su cumpleaños por todo lo alto.
Para hablar de esta bonita pareja, es necesario hablar de su profesión, su mundo.
El amor y la pasión por los animales, es su denominador común.
Aspecto que no podíamos pasar por alto, y que explica el porqué de muchos elementos de esta boda.
Fue un reto y un placer ya que en Romeos y Julietas admiramos su profesión y somos amantes a más no poder de los animales.
Después de diluviar durante un buen rato, como por arte de magia salió el sol. Empezaron a llegar los invitados y les dimos la bienvenida con pink limonade fresquita.
Nos encanta romper con el protocolo, y que cada boda sea un reflejo de lo que la pareja es.
Empezó la ceremonia, y Pedro entraba con una canción heavy, no podía ser de otra manera. Tras una corte de Damas de Honor (todo muy american , nos encanta), y unos pajes que llevaban al coprotagonista de la velada, Clyde.
Tras esta divertida corte llegaba Clara, guapa hasta decir basta con un vestido impresionante de Luis Rocamora.
Clyde sentadito en primera fila sin perderse detalle y bien elegante con su pajarita (estaba para comérselo). Fue el encargado de acercar los anillos a nuestros Romeos y Julietas.
Durante el cóctel, montamos un rincón polaroid con un mueble antiguo y unos globos XXL, donde todos los invitados pasaban a dejar su foto y su dedicatoria. Carteles como “Guau! Menudo bodón” o “Uy uy uy mi gato hace uy uy uy …” formaron parte del atrezzo decorativo.
Una vez finalizado el cóctel, pasaron los invitados a la cena, cerca de la piscina.
Tras un largo camino de velas, llegaban al convite, que lo celebramos bajo un porche con bombillas.
Allí les esperaba el seating plan, que creamos con maderas, y unos minibastidores.
Bajo el lema “encuentra tu raza” cada mesa se identificaba con un tipo de perro o gato diferente. La cena la preparó Catering Cinco, con quien siempre es un placer trabajar mano a mano y se come de rechupete.
Nos gusta mimar a nuestros romeos y julietas y que también reciban sorpresas (no solo los invitados), así pues la mesa presidencial la decoramos con mini perretes y unos carteles en sus sillas que ellos desconocían.
las flores seguían con la misma esencia que en la ceremonia, para no perder el estilo romántico y silvestre que tanto le gusta a Clara.
En cada servilleta, hicimos un atadito de madera con la silueta de un teckel de madera. Y los meseros los pusimos sobre unas cajitas llenas de musgo, donde cada mesa estaba representada con la silueta de la raza que le correspondía.
También en las mesas pusimos para todos los invitados CD´s de música con las canciones de la boda.
Y con esta preciosa boda, y esta pareja de impresión, finalizamos la primera parte de la temporada bodil 2015 más contentas que unas castañuelas.
Y de nuevo, nuestra profesión nos vuelve a corroborar que el amor es algo infinito infinito que no entiende de diferencias.
Porque con Clara y Pedro aprendimos que los polos opuestos se atraen.
Y vimos con nuestros ojos que la pasión por un trabajo puede unir aún más a una pareja que se quiere.
Fotografía by Cristina Yabiku Diseño gráfico by Lovely paper y Flores Montañana, Vestido de novia by Luis Rocamora, Catering by Catering Cinco .